el corcho proyectado es capaz de absorber el sonido, lo que lo convierte en un material ideal para la construcción de paredes y techos en espacios donde se requiere un buen aislamiento acústico.

El corcho proyectado es resistente al agua, lo que lo hace ideal para su uso en áreas húmedas como baños, cocinas y piscinas.

El corcho proyectado es un material ignífugo y no emite gases tóxicos en caso de incendio, lo que lo convierte en un material seguro para su uso en edificios y viviendas.

El corcho es un material natural y renovable que se obtiene de la corteza del alcornoque, sin dañar el árbol. Además, su proceso de producción no genera residuos tóxicos y es fácilmente reciclable.

El corcho proyectado se aplica con facilidad mediante una máquina especializada, lo que permite una rápida instalación y reduce el tiempo de obra.

Posee casi un 90% de aire, consecuencia de ello es su baja densidad

Es muy flexible.

15 años de garantía. Como corteza se haya expuesto durante cientos de años a climatologías adversas, consiguiendo proteger al alcornoque sin sufrir daño. En el ámbito de la construcción es destacable como los materiales permanecen en perfectas condiciones y mantienen sus propiedades durante cientos de años. Esto, unido a su capacidad impermeable le permite envejecer sin deteriorarse, de ahí que se encuentre corcho en el fondo del mar (ánforas, tapones…) tras 2.000 años y sigan conservando sus propiedades intactas. Y además, resistente a productos químicos, roedores e insectos.

Al ser altamente flexible, resiste perfectamente los cambios de humedad y temperatura sin deformarse ni agrietarse.

 En resumen, el corcho proyectado es un material de construcción con excelentes propiedades aislantes, resistente al agua y al fuego, ecológico y fácil de aplicar, lo que lo convierte en una opción interesante para la construcción y rehabilitación de edificios.